Mi intención es animaros a entrar en el camino de la meditación, yo no he meditado nunca, no había estado nunca cerca de este conocimiento, como de tantos otros. Ser la chispa que inicie algún fuego, compartir, y darme como ejemplo, por lo demás es un camino solitario, sin observadores ni jueces, yo y mi quietud.
El ejercicio al que me pongo en las sentadas es solo a ver lo que hay dentro,no pretendo cambiar nada, ni siquiera influir en nada, solo estar sentado con atención a lo que viene y va. Así es como me doy cuenta de como estoy. Pero después de la sentada de meditación, donde la respiración y la quietud lo son todo, es cuando empieza el verdadero ejercicio. Es en la cotidianidad, en mis labores, donde es más difícil el ejercicio porque bajo la guardia y permito que los pensamientos se desarrollen sin medida, cuanto más pronto me doy cuenta y los paro y vuelvo a la respiración mas me acerco a la vivencia de la realidad del momento.Parece que no podemos vivir sin pensar en algo, sin hacer algo, nos sustentamos con esa idea, tenemos la creencia de que a la meditación llegamos a quitarnos los malos pensamientos y a sacudirnos los sufrimientos que estos nos provocan, pero no ponemos ningún limite a dejar volar nuestra imaginación en situaciones que consideramos idílicas o que harían la solución a lo que creemos que nos mortifica.Por ejemplo en que haría si me tocase la lotería, si ascendiera en lo laboral, si aquella persona se interesara por mí, si se fuera la enfermedad...Es aquí donde la atención tiene que ser mas rápida y antes de que se desarrolle...aire dentro ..aire fuera, con este simple respirar volvemos a la realidad del momento, por muy poco espiritual o intelectual que nos parezca cocinar o cepillarnos los dientes.
Este es un conocimiento que se ha instalado en mi de forma natural, mi camino vital me ha llevado a él, yo no he hecho nada activamente para llegar. Es más ni siquiera sabía que existía, es un lugar, es un estado, es un sentir, pero no es nada, solo es. Pero es con tanta fuerza que no caben dudas ni preguntas, sobran los saberes, no hay mas que sentir y ahí no busco nada solo sé. Se fueron todos los venenos que agitaban mis dias y se vinieron unos sentimientos que antes solo conocía por su nombre y ahora por su esencia sin las limitaciones del nombre.
Me interese por mis cambios y encontré el Zen y los textos de Willigis Jager, de todas las formas como se han expresado a lo largo de siglos el mismo sentir, es él el que tiene una coincidencia del 99% con mi comprensión. Podría haber sido otro maestro de otra vía ya que cualquier camino nos llevará al fin, incluso no andar , hacer el no camino, todos. Solo digo cual es el mio, también diré que no me ha dicho nada que no supiera, pero expresa mi comprensión de una forma que no puedo más que escuchar sus palabras. Os animo a leerlo por si se acerca también a vosotros.
He leído algo de varias religiones, vías etc, comprendiendo la esencia del mensaje en todos los casos. Oía la misma partitura tocada por muy diversos instrumentos (vale con alguna improvisación), era solo cuestión de encontrar con que tipo de instrumento la melodía ganaba más según la afinación del mi oído.
Comprendí que va a ser un largo camino donde lo importante siempre será cada paso, cada respiración. No hay temor ni impaciencia, solo confianza.