viernes, 20 de diciembre de 2013

Todo importa y es importante

"Es una pena, con los años que lleva viviendo y habiendo hecho solo bien. A nadie le interesa, nadie se para para ver si puede curarle la herida. El mundo va cambiando pero no la indiferencia de la gente que pasa delante de el, así durante varias generaciones." Quiso decir pero no dijo.
 Cogió unas ramas de romero verde, jara, lavanda y algo más. Les prendió fuego y ahumó y flameó toda la herida hasta ponerlo todo bien tiznado. Arrimó unas piedras e hizo barro para lapidar y asfixiar la enfermedad. Fue un trabajo concienzudo y casi amoroso, no igualó con la superficie sino que lo dejó unos centímetros atrás. Cuando todo quedó bien tapado volvió a flamear la superficie del barro para secarlo y darle un precario cocido-endurecimiento, sacó de su talega una botellita de aceite y se la roció por toda la superficie para impermeabilizar y ahuyentar bichos. Sin distracciones nos fuimos fumando uno de los suyos por la calleja, a su paso.


Desde el alto nos volvimos para ver el magnifico porte del alcornoque que acabábamos de intentar sanar y que los años me confirmaron como éxito. Crecía cerrando el quiste de barro y piedras en vez de seguir ahuecándose, pero él ya no lo vio.
 Todo en él era demasiado lento para mí, demasiados achaques, pero me asombraba su fortaleza física. Cuando lo veía,lo saludaba y esperaba cerca (pero no mucho) su reacción, si quería o no mi compañía. Durante años estuvo muy huraño pero, o por mi insistencia o por el interés que ponía a sus historias o por que se hizo mucho mas viejo mientras yo insistía...; al final cada vez me contaba más cosas y lo acompañaba a más paseos.Me dejó un gran legado de historias que espero no olvidar y os iré contando.

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